Por Carlos J.
El hip hop en Bogotá es un fenómeno musical palpitante y diverso que se ha venido consolidando como género esencial de un sector de la juventud dentro de la música contemporánea en Colombia. Gracias a su multiculturalidad y a la diversidad interna que caracteriza a la ciudad, esta género se expresa a través de sus cuatro elementos: rap, DJing, break dance y grafiti.
Esta fuerza artística y comunitaria, liderada principalmente por jóvenes, ha motivado al Distrito a crear espacios de expresión y encuentro cultural como el Festival Hip Hop al Parque, organizado por el Instituto Distrital de las Artes (Idartes). Este evento gratuito se ha convertido en un referente para Latinoamérica. En torno a él, organizaciones sociales, medios de comunicación alternativos y algunas alcaldías locales han decidido apoyar el talento, el canto y el sentir ciudadano de esta comunidad.
La mayoría de estos artistas confirman con su testimonio la realidad de sus territorios. Ellos aseguran ser “la voz de los que no tienen voz”, expresando a través de su arte los episodios de violencia, abuso, desapariciones y desigualdad que aún persisten en nuestro país: “Somos esas voces que venimos del suelo y queremos seguir la luz del sol para alcanzar y cumplir nuestros sueños”, argumentan.
ProtON Magazín lo confirma cada día: es necesario acompañar a esta colectividad que recorre barrios y localidades buscando que los escuchen y les brinden oportunidades.
Hace pocos días, desde la Plaza de Los Talentos en la Localidad de La Candelaria, la alcaldesa Angélica María Angarita Serrano abrió las puertas de la plaza para que la organización comunitaria La Parlante celebrara sus diez años de existencia, con el apoyo de varios medios alternativos como: ProtON Magazín, La Séptima Digital y otros grupos de emprendedores, en un evento denominado “Espacio Vivo por la Comunicación Popular”.

Allí conocimos voces locales muy talentosas, letras emergentes de Bosa y Kennedy, y canciones de denuncia como la de la artista Idílica, de Bosa, quien subió al escenario junto a su pequeña hija Dani para interpretar El Lobo, una canción que denuncia la violencia de género y la crueldad que viven muchos niños, niñas y mujeres en nuestro país.
Le preguntamos por la inspiración detrás de su canción y el mensaje que quería dejar a quienes sufren este tipo de situaciones. Con voz firme, Idílica respondió: “Cada canción que hago, la hago desde mis zapatos. Lamentablemente pasé por algunos sucesos de niña. Con esta canción quise tomar fuerza y enfocarme en mi hija, porque no quiero que pase por lo mismo.
El mensaje más fuerte que quiero dejar es que nunca se queden callados ni calladas. No crean cuando alguien les dice: no le cuentes a tu mamá o la mato. No debemos dejar que maten nuestros sueños, ni nuestras ilusiones por los actos de una persona irracional”, manifestó.
Para Idílica, su inspiración nace de las tristezas, de la inconformidad frente al gobierno, las autoridades e incluso la familia. “Utilizo la música para expresarme y enfocarme de otra manera. Yo misma me doy apoyo moral para seguir adelante. No sabemos cuántas personas se sienten igual, y quizá con alguna canción nuestra, encuentren la libertad que buscan”, concluyó.
Entre tanto, desde la UPZ 86 de Bosa, conocimos también a Harley, un joven lleno de energía y discurso. Nació en la Localidad de San Cristóbal, pero creció en Bosa desde los diez años. Su nombre, como la motocicleta Harley-Davidson, representa libertad e independencia, y para él, la música también ha sido una forma de liberación. “El arte llegó a mí para cambiarlo todo. Hoy somos quienes somos gracias al arte y la música”, afirmó entusiasmado.
Le preguntamos por qué eligió el hip hop y no otro género más tradicional. Nos contó que: “En un país como Colombia, con tantas historias, empecé a los 11 años cantando vallenato con un amigo que tocaba el acordeón. Luego llegaron los covers, y a los 15 años comencé a escribir mis propias canciones. No me considero rapper, soy hip hopper. Amo el hip hop, pero la música fue lo que me transformó; fue como la vida misma.”
Así transcurrió una tarde de domingo, diferente, frio pero lleno de ritmos, letras y mensajes, donde personas de distintas edades y nacionalidades colmaron la Plaza de los Talentos en La Candelaria para disfrutar del sonido, el arte y los sabores locales de muchos emprendedores.
En medio de ese ambiente también encontramos a Sonia Viteri, una mujer fuerte y carismática de raíces nariñenses, que llenó el lugar con su interpretación de música latinoamericana, evocando a Mercedes Sosa.

“Soy Sonia Viteri, guitarrista, pastusa, colombiana y profesora de música”, se presentó con una sonrisa. “La música es mi vida. Desde muy pequeña me he dedicado a este arte. Creo que es esencial para la humanidad, especialmente para los jóvenes, porque permite entretenerse, despertar emociones, canalizarlas y expresar lo que sentimos”. Sonia también es compositora, y asegura que su pasión nació en Pasto, una ciudad con una fuerte tradición musical gracias al Carnaval de Negros y Blancos.
Le preguntamos qué la motivó a participar en un espacio con tantos jóvenes de otras corrientes musicales: “Es interesantísimo, porque me encuentro con varios géneros y veo que todos son aceptados. Eso es lo bonito de nuestra historia, de nuestro país, de nuestra gente y de nuestra cultura. Está en nuestras manos querer nuestra música, reforzarla y darle la importancia que merece”, señaló.
Finalmente, reflexionó sobre si es posible retomar las inspiraciones de artistas como Mercedes Sosa o Silvio Rodríguez frente a la nueva generación a lo que nos dijo con contundencia: “No, es difícil. El mundo cambia, pero la necesidad de expresarnos no. Las circunstancias son distintas, pero siempre necesitamos decir lo que sentimos”. A reglón seguido nos dejo este mensaje: “Si les gusta este tipo de música y quieren innovar, háganlo. La música es muy amplia y variada. Lo importante es ser ustedes mismos.”












