Capítulo 24 – Temporada 2: Los Putoamistas, mi despedida

He dicho en distintos capítulos cosas como que nunca había pensado en poder hacer un capítulo tan personal, pero, heme aquí, haciendo uno mucho más personal que el anterior, dando cierre a una de las etapas más importantes de toda mi vida con total conciencia.

EPISODIO: 

Primero que todo, ¡gracias por escuchar este episodio!

Para mí, fue más que un capítulo: fue una experiencia catártica, sincera y profundamente necesaria. Aquí le doy cierre a una etapa muy importante de mi vida: mi participación en Los Putoamistas, un proyecto creado entre cinco amigos, creadores de contenido, que durante cinco años fue mucho más que un canal de streaming, fue un estilo de vida.

A lo largo del tiempo, la vida nos fue llevando por caminos distintos, y aunque hoy no quedamos los mismos, el valor de lo vivido, lo aprendido y lo compartido sigue intacto. Este episodio es, en esencia, un homenaje a ese recorrido, un agradecimiento por lo que fue y una despedida consciente, honesta y desde el cariño.

Iniciamos con la salida de Nico, y con eso, con el vacío de una silla que era difícil de llenar. Aun así, decidimos seguir. Rangel, Manu, Fore y yo. Queríamos sostener el proyecto, queríamos seguir compartiendo algo que ya había marcado parte de nuestras vidas. Pero ser adultos también trae otras cosas: responsabilidades, decisiones difíciles, prioridades que cambian… y aunque el deseo seguía ahí, el ritmo ya no era el mismo. Y sí, eso también es parte de crecer.

Nos esforzamos por seguir adelante, por hacerlo funcionar como al principio, como siempre lo soñamos. Pero el tiempo, las distancias y los silencios fueron marcando el camino. Aun así, no hay un solo segundo de lo que hicimos juntos que no valore. Porque este proyecto, Los Putoamistas, me permitió descubrirme, aprender, arriesgar, equivocarme y crecer. Me dejó aventuras que no cambiaría por nada, historias, carcajadas, enredos y sobre todo, un vínculo muy profundo con cada una de las personas que lo formamos.

Es curioso, escribo esto mientras suena The Weeknd, el primer artista de mi proyecto sampLeo Sessions, y me doy cuenta de algo: me gusta cuando los finales se sienten conscientes. Cuando uno no espera que pasen, pero los acepta y los honra. Así como este. Porque, aunque ya no estemos juntos en un canal, lo que construimos sigue en nosotros.

Este cierre me deja eso: madurez. No solo como creativo, sino como persona. Me deja también una definición más honesta de lo que significa ser “creador de contenido”. Hoy es un término que a veces se siente muy exigente, muy medido. Pero para mí es otra cosa: es la posibilidad de que alguien te escuche, te vea o te lea… simplemente porque te nace compartir algo. Y si eso conecta, aunque sea con una persona, ya está.

Hicimos de este espacio lo que quisimos. Lo que soñamos. Y aunque el ciclo se cerró, también se abrió espacio para que cada uno siga creando desde su orilla:

Y yo, aquí, en Las 5 Imprescindibles, un proyecto que sigue creciendo y que sigue contando historias en forma de canciones.

Gracias por acompañarnos.
Gracias por seguir.

Y gracias por escuchar.


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