Luego de 10 días mágicos en Bogotá, ciudad a la que maravilló con su voz y estilo particular, un 24 de junio de 1935, a la edad de 44 años, en Colombia, se apagó la voz del máximo exponente del tango: Carlos Gardel. Su público lo conoció como Carlitos, El Zorzal Criollo, El Morocho del Abasto, El Mago, El Rey del Tango, con una voz única que le dio reconocimiento mundial. Incluso hoy, después de varias décadas de su fallecimiento, todavía está latente la frase que mayor lo describe: «Cada día canta mejor”.