Por: Leo Linares
Esta versión del festival era una de las que más escepticismo me generaba debido a los cambios que iba a experimentar. Saben, la verdad es que más allá del escepticismo, ¡tenía miedo! Y siento que es como todo en la vida, enfrentar este tipo de miedos resultaría en algo que valdría la pena.
Todo esto venía sucediendo desde el anuncio del cambio de lugar, lo que generaba muchas preguntas basadas en las experiencias de otros conciertos como Cordillera, ‘RockAl’, entre otros, en cuanto a temas logísticos, de seguridad, desplazamiento y sonido, principalmente. Cuando ya teníamos el line-up oficial y el nuevo sitio, considerábamos que lo único que nos quedaba era esperar y lanzarnos al vacío.
Llegó el día, 21 de marzo de 2024, todavía con preguntas sobre seguridad, sobre si tomar las rutas de TransMi o SITP, alguna cancelación de última hora y muchas más, hasta que dije: «¡NOMBE PERO ES QUE ES EL FEP!» y desde ese momento… todo mi mindset cambió a modo festival. Tomé mis botas de silicona y la capa por si llovía, la maleta, la batería portátil, la manilla y la actitud para arrancar hacia el Simón Bolívar. Llegué allí y caminé dos veces la 60 desde la 53 hasta la 63 para encontrar e ingresar al filtro, para luego caminar nuevamente hasta la 53 (). El filtro y la requisa pasaron más rápido de lo que creía, e ingresar por primera vez al festival se volvió real hasta cuando vi el arco de «Un Mundo Distinto», esta vez lleno de flores. Un tono verde natural en todo su esplendor junto con flores colgando daban la bienvenida al lugar en el que ibas a vivir una experiencia surrealista llena de música, colores, sueños cumplidos y un lugar donde te desconectabas de tu realidad por unos instantes mientras vivías al ritmo del BPM el verdadero significado de lo efímero y divertido.
El ambiente se sentía como cuando encuentras un lugar al que perteneces, y no me refiero específicamente a mí, sino al festival en sí. Haberlo hecho en el parque Simón Bolívar fue como ir divagando por la vida hasta encontrar un sitio al que perteneces, y los 4 días de festival transcurrieron de tal modo que esta idea se reafirmaba por medio de cada asistente, cada historia, cada foto, cada lágrima de felicidad y de melancolía, cada sueño cumplido como los que mencioné y, por supuesto, se reafirma con el deseo de que el siguiente año, en el último fin de semana de marzo, lleguemos a la comunión de la alegría, de las experiencias y, por supuesto, de la música.
Los Putoamistas seguimos contando historias, gracias a ProtON, los dejamos, no sin antes escuchen este capítulo especial de «Las 5 Imprescindibles» en donde voy un poco más a detalle sobre mi experiencia de los 5 días acompañado de la canción favorita por día y una mención especial como quinta canción.
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Doy la bienvenida a la nueva plataforma de «Las 5 Imprescindibles», Mixcloud, teniendo la posibilidad de que lleguen a este capítulo por medio de ProtON Magazín y en cualquier plataforma que ustedes deseen.
¡Buen día, buena vida y buena música!