La nueva sociedad del afán y la locura de ’30 noches con mi ex’

Por: Carlos J Salazar

La nueva sociedad del afán y la virtualidad gira en torno al estrés, la locura, la esquizofrenia, la inmadurez, la duda, el miedo, la incertidumbre. En este mar de “paranoicos”  que estamos enfrentando, ha venido naciendo para el mundo la nueva generación de jóvenes a quienes cuidadosamente se les observa y juzga según su entorno social. Para nuestro caso, divisamos con cuidado, el deseo  de la hija del «La Loba y El Turbo», una pareja dispareja en la reciente película «30 días con mi ex» que por estos días se estrena en los teatros de Cine de Colombia.

Protón Magazín, pretende realizar una síntesis de esta película «30 días con mi ex» partiendo de cruda realidad de muchísimas parejas de hoy a quienes una vez rota su relación sentimental, afectiva, familiar, tratan en lo posible de corregir y cumplir el deseo de su única hija de volverse a encontrar, convivir y tener una `relación estable´ orientada y vigilada por una profesional en psiquiatría.

Al intentar remediar lo irremediable, porque no solo “La Loba” padece de tremendos trastornos emocionales, sino Turbo está marcado por códigos, leyes, reglamentos de adulto y además maneja un alto grado de estrés personal, deciden de común acuerdo juntarse por un mes ya que como dice el dicho, “por los hijos se hace lo que sea…”

Según lo sugerido por la terapeuta, esta pareja retorna para intentar rehacer el hogar después de haber estado separados por muchos años, a pesar de que la esposa padece de un cúmulo de conmociones físicas, emocionales y de comunicación que les resulta difíciles para un feliz reencuentro, como ya lo dije. Además, en el hogar de reposo de La Loba,  ella ya ha encontrado al hombre con quien verdaderamente se siente bien y feliz. Es una convivencia familiar de 30 días que resulta fatal, cómica, emocional y divertida a la vez con un sobrio vocabulario al estilo argentino. 

A medida que los días pasan, la «nueva vida familiar» de La Loba y El Turbo tendrá una serie de sentimientos de amor e ilusión ya que por momentos podrían estar juntos con la ayuda de su psiquiatra quien les recomienda varios caminos para encontrar los mejores resultados pero que al final son infructuosos ya que en esa terapia intensiva se dan cuenta que la mejor salida es tomar cada uno su propia realidad y marcharse.

Ésta es dura faceta de la realidad de un gran conglomerado de hombres y mujeres de esta sociedad que crece al amparo de lo efímero, equivocado e  incomprensible a lo mejor a causa del afán, la inmadurez, la locura y lo rápìdo que está pasando todo, dónde cada miembro de la desbaratada familia intenta remediar lo irremediable, repito, llevando de rastra a miles de hijos desorientados pero optimistas.