La tarea que cada uno tiene por conservar el medio ambiente

Por: Carlos J. Salazar G.

Desde el 5 de junio de 1972 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), decretaron esta fecha como el Día Mundial del Medio Ambiente, momento que coincide con la primera Cumbre Mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo; es decir que este año cumplimos año 50 años de esta celebración que nos cuestiona sobre la necesidad e importancia de conservar y cuidar nuestro planeta tierra, cada día más amenazado por factores creados por el hombre en un planeta que registra una población aproximada de 7.800 millones de personas, según datos de la misma organización .

“El Día Mundial del Medio Ambiente es una fecha muy importante para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) porque pretende fomentar la conciencia y la acción global a favor de la protección ambiental”, explicó Ileana López, coordinadora regional del subprograma Biodiversidad y Ecosistemas del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El planeta tierra, cada día que pasa, flaquea con una alta carga de descomposición ambiental, atribuida a nadie más que al hombre quien produce y provoca cambios irreparables al mundo, un problema que según la misma ONU, se detecta tanto en los países desarrollados como los llamados subdesarrollados y que según los expertos y líderes ambientalistas, se requiere de una urgente cooperación internacional y un dialogo permanente de todos los gobiernos para mitigar este deterioro, lo confirma la Declaración de Estocolmo.

¿Cómo estamos en Colombia frente al tema ambiental?

Lo primero que tenemos que indicar es que nuestro país pasa por estos días por la mayor incertidumbre nacional en la historia, frente a qué presidente dirigirá la nación por los próximos cuatro años, con una polarización que  ha llegado a los extremos y donde no hay certeza de quien va a llegar a reemplazar el presidente Duque, mandatario que en su gestión, definió el tema ambiental mediante la creación del libro ‘El camino a cero’,  “hoja de ruta para que las instituciones, los gobiernos locales, regionales y las comunidades en los territorios puedan impulsar la meta de reducción del 51 % de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero al año 2030 y alcanzar la carbononeutralidad al 2050”, lo dijo en su lanzamiento.

La responsabilidad climática medioambiental colombiana va desde el jefe visible de la nación, en este caso el futuro presidente que salga electo, así como por el Congreso de la República, las gobernaciones, las alcaldías y todas las instituciones que velan por la conservación del medio ambiente y desde luego toda la población que conforma el país.

Si desde el alto Gobierno no existe la posibilidad de ejecutar acciones que mitiguen esta hecatombe ecológica, medioambiental, estamos perdidos. Tomamos un fragmento de un texto publicado en la Revista Semana el 5 de junio donde El general Alejandro Barrera, director de la Policía de carabineros y áreas rurales habla sobre el tema de la deforestación como el principal motor asociado a la pérdida de biodiversidad y de servicios ecosistémicos en Colombia.

Señala que: “una deforestación que crece a pasos agigantados gracias al poder de los intereses de terratenientes que instrumentalizan a campesinos para colonizar áreas vírgenes, que por ley tienen protección especial, pero que ganaderos y agricultores están violentando por intereses económicos que generan, según Barrera, un ecocidio, pues le está robando a la humanidad lo básico para respirar, la posibilidad de tener oxígeno”.

Sin embargo, la gestión medio ambiental también se surte desde el seno familiar; cada hogar ya debe saber cómo usar y ahorrar el agua, reciclar en la fuente, buscar espacios para mantener plantas, reutilizar productos, trabajar de la mano con los vecinos en la creación de huertas caseras y comunitarias, usar las terrazas como espacios ecológicos y de cultivos, conservar las aguas de los ríos y quebradas, no arrojar desperdicios a las calles y a los afluentes, proteger a los animales. Si todas estas acciones y otras más las iniciamos con responsabilidad, podríamos pensar en que este planeta puede tener más vida y le daríamos más oportunidad a nuestros hijos y nietos.

Lo cierto es que, para el caso de Colombia, esteremos atentos a la determinación que cada colombiano le demos al destino de nuestro país, jugado hoy en unas elecciones políticas que definirán un nuevo presidente por cuatro años, quien a partir del próximo 7 de agosto tiene la obligación de enrutar a Colombia en el tema ambiental, haciendo equipo con el nuevo Congreso que tienen la obligación de trazar sendas metas en esta materia y por supuesto, cada colombiano desde su entorno familiar y social.