En su álbum debut «Eso Aquí No» la banda colombiana Niños Bien nos muestra la forma de habitar Bogotá y el mundo desde la contradicción, la ironía y la vulnerabilidad.
A lo largo de sus ocho canciones, la producción discográfica captura con precisión la dualidad de la vida en la ciudad: amor y desamor, tensión social y momentos de evasión. La banda no busca representar una sola emoción o un solo discurso, sino todo el espectro de lo que significa estar vivos hoy: procrastinar, desear, protestar, reír, sentir, rendirse y volver a empezar.
Para la banda «la misión del álbum es encapsular la idea de que nuestra vida —como personas, artistas y ciudadanos— es múltiple. No somos sólo amor, ni solo rabia… Ni únicamente sátira, ni puramente honestidad… Somos todo eso al mismo tiempo».
Musicalmente, el álbum transita por una amplia gama de géneros: desde pistas de rock con rap (Salva patria), hasta hip hop y R&B (Te pienso, De 9 a 6, Al final), pasando por ritmos latinos (Plan tranqui, Aquí no) y la música de protesta latinoamericana (Mi niño).

El productor Pedro Rovetto (Superlitio, LosPetitFellas) fue una pieza determinante en el sonido del álbum.
Su trabajo permitió que esa variedad de géneros y temáticas tuviera coherencia, tejiendo un hilo invisible que unifica la identidad sonora de Niños Bien sin apagar su espíritu experimental.
Rovetto encontró el punto medio entre la crudeza del rock y la calidez del beat urbano, abriendo una paleta de colores que le da a la producción discográfica una textura cinematográfica y envolvente.
«Eso Aquí No» es más que un álbum: es un retrato colectivo, una radiografía emocional de lo que significa crecer, sobrevivir y crear en una ciudad como Bogotá. Cada canción es una escena de esa vida, un recordatorio de que incluso cuando decimos “eso aquí no”, lo estamos nombrando, enfrentando y transformando en canción.
Los tres sencillos que antecedieron el disco resumen su universo emocional y narrativo:
«Salva patria» es una obra cruda y autocrítica sobre la procrastinación, una especie de declaración de propósito con la que Niños Bien se presentó ante el público.
Por su parte, «Plan tranqui» lleva el ritmo a la pista de baile con humor y descaro, retratando la ironía de quienes salen buscando una noche tranquila que termina siendo cualquier cosa menos eso; una canción que, como dice la banda, encarna el “vacile con fundamento”, en palabras de Gonzalo Prieto (Colectro).
«Amanecer» da un giro introspectivo y muestra el lado más vulnerable del grupo: una canción sobre los “monstruos en el armario” con los que cada uno lucha, como lo son la depresión y la ansiedad.
En el universo visual de «Eso Aquí No», cada canción tiene su propio visualizer animado, protagonizado por Tachín y Nena, dos hermanos bogotanos que funcionan como el espejo simbólico de las emociones que atraviesan las canciones.
A través de ellos, la banda narra la vida cotidiana en clave urbana, con humor, crítica y ternura. En el caso de Amanecer, esa narrativa alcanza su punto más alto con un videoclip animado completo que explora la metáfora del “monstruo en el armario” desde una mirada profundamente humana.
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