Por: Carlos J Salazar González
Nace para el mundo una nueva alternativa de comunicación digital que busca conocer, expresar, orientar y discutir caminos que propone la nueva sociedad. Este medio digital es Protón que irá ajustando su recorrido una vez vaya encontrando senderos para entender las inquietudes de los jóvenes en esta naciente sociedad.
Quisimos iniciar con un término o palabra que cada día toma un significado profundo y diverso. Término que he venido surgiendo desde el parche, la cuadra, el barrio, la localidad es “cultura urbana” definida en los medios como la cultura que engloba expresiones de determinados grupos que surgen en las ciudades específicamente.
Ahora cuando los jóvenes se levantan en medio de tanta incertidumbre social, bombardeados por todo tipo de estereotipos impuestos gracias a la moda, la publicidad y el agobio de los medios y la tecnología, la mayoría alejados totalmente del significado o sentido de lo que era un núcleo familiar.
A ellos va encaminado este mensaje, a quienes hacen un alto en el camino y redefinen su propio estilo de vida o rol sociocultural en sus denominadas tribus urbanas que buscan agruparse en búsqueda ideales o solo para encontrarse.
Quienes han venido haciendo seguimiento a esta nueva sociedad, definen la cultura urbana como “aquella cultura que engloba todos aquellos movimientos, expresiones o actitudes de determinados grupos que han surgido al amparo de los nuevos tiempos y las ciudades”.
Ahora cuando el mundo gira en torno a tantas desigualdades y engaños, con una sociedad altamente corrupta y manipulada por los más fuertes, esta cultura urbana ha venido tomando forma y protagonismo en cada lugar citadino haciendo o proponiendo una “revolución” a su manera.
El ámbito social de esta población está entre los 12 y 28 años de edad, se amparan en los mensajes constituidos de un prototipo de música, su cuerpo es un símbolo, el ambiente significa mucho para cada integrante, la forma de pensar y de vestir y el circulo habitacional donde crecen es importante.
Es en esta cultura urbana que, por la necesidad de encontrarse, de ser escuchada o simplemente de tener la oportunidad de un dialogo con alguien, emergen las llamadas tribus urbanas que expertos sociólogos las denominan como grupos de personas que se mueven por unos mismos ideales, ya sean en clanes urbanos o culturas juveniles, conglomeraciones demográficas urbanas que asoman como un nuevo actor social.
En la literatura que ha venido apareciendo de este fenómeno sociocultural las han calificado como tribus, culturas juveniles, sub–culturas, contra culturas, grupos sociales, bandas, pandillas, entre otros, cuyos miembros, reunidos en muchedumbres comparten una estética, unos valores, en algunas ocasiones una ideología o sólo son un fruto de un proceso de mediatización musical publicitaria que los diferencian del resto de los jóvenes.
El objetivo del presente texto es iniciar una mirada atenta a lo que estos grupos poblaciones aportan o proponen en cada capital, caso concreto en Bogotá y otras ciudades de Colombia donde se han ubicado en subculturas, como los hippies, los punks, los góticos, los psicodélicos, los emos, los gamers, los reggaetoneros, los raperos, los skinheads, entre muchos otros y que en los últimos meses surgen con la participación de “Jóvenes de la Primera Línea” que para el caso de Bogotá han sido quienes comparten, en líneas generales, el mismo objetivo político, social, económico, artístico, político o estilístico, o incluso por grupos de edad o sexo.